Llevar la luz de Dios al mundo siendo una iglesia fresca y relevante para nuestros días, centrada en Cristo y despierta a las necesidades de nuestra sociedad.
Una iglesia tan llena de amor que los demás pueden reconocer a Jesús en nosotros. Tan conectada con el Espíritu Santo que la presencia de Dios se siente nada más entrar por sus puertas.
Una iglesia que Dios usa para el cambio. Que capacita a las personas para llegar a ser todo lo que Dios las ha llamado a ser. Tan grande, tan llena de vida y con tanta influencia que la gente no la puede ignorar.
Una iglesia que se levanta y brilla la gloria de nuestro Dios.